Galopando por la cresta de las olas de la playa de arena dorada, pasando pueblos antiguos e iglesias románicas. Subir a las cimas de los Pirineos, ó por las llanuras onduladas del Alt Empordà, bordeado por la larga curva de la bahía de Rosas, ¡Desde aquí podemos ver el blanco de las olas, donde vamos a experimentar un galope que recordaremos toda la vida! Cada paso del camino está lleno de bonitos pueblos, castillos e iglesias. O dar la vuelta a la Montaña Mágica, el Pedraforca.